Cada día uno crece... la experiencia nos hace madurar de diferentes formas.
Pero el último tiempo ha sido de mil y un cambios a velocidad turbo.
Perder a una de las personas que más amo en esta vida, la enfermedad (con casi muerte) de mi hermana (desgraciada casi nos matas a todos de un infarto), la vida laboral que cada día se hacia más complicada, la nueva relación en mi vida (casi bomba atómica para mi padre), la mala onda que esto conllevo con mi familia (la única mujer de la casa que "se le estaba yendo de a poco"), la nueva relación con la familia del "pololo" (ningún problema.... sólo algo distinto; un poco curioso para mi), información no deseada, jefes no deseados, colapso intelectual y emocional, problemas de salud, monotonía profesional.... y todo en dos años.
La frase "paren el mundo que me quiero bajar" era la ideal, necesitaba salir de todo eso. Y las cosas empezaron a funcionar, se terminó lo que más me dañaba (mi trabajo, triste... pero cierto!) la salud de mi hermana estaba de vuelta, la tranquilidad en la vida familiar, los jefes no deseados estaban ahi.... pero al abstraerme de la situación comprendo muchas cosas, y no los culpo por ser unos idiotas muchas veces (el título de idiota va pegado al de jefe, en la mayoría de los casos), liberar todas las aprehensiones.
Las cosas se van poniendo en su lugar y ahora la vida es diferente, hay cosas más grandes en que pensar... hay que crecer y para eso hay que dar pasos en el camino; y si para eso hay que dejar algunas cosas en la orillas, habrá que hacerlo
Etiquetas: Reflexiones
que bonita foto